viernes, 12 de julio de 2024

 Herencia

En Noviembre del año pasado, he traído de la casa de mis padres, una caja de lápices con las que solía pintar papá. En los viajes anteriores, el ritual siempre fue el mismo. Dejar los bolsos sobre tu cama y abrir el ropero para encontrarme con ellos. Ese viaje fue distinto. Cierres y profundas despedidas. Recuerdo volver atrás la mirada en la montaña y dejar que lo que habías construido sobreviva como preciados recuerdos.
Nunca antes me había atrevido a solicitar su pertenencia. 
Finalmente mamá me los entrego. 
Hoy me acompañan a diario.
Me siento más honesta en la caricia sobre el papel y en la curvatura que describe mi espalda al inclinarme sobre este. Cada trazo define un nuevo abrazo.
Por la noche viajo nuevamente a casa y los llevo en mi maleta.